miércoles, 17 de agosto de 2016

La piedra del puma

Se cuenta que en el cerro Yevide de San Felipe, vivían muchos leones de montaña, también llamados pumas. Entre ellos, una leona con sus dos cachorros.

Un día la leona tuvo que dejar a sus hijos para buscar comida. Con mucho cuidado, dejó durmiendo a los cachorros junto a una enorme piedra.

Cuando la leona regresó los cachorros no estaban, pues unos cazadores se los habían llevado. La madre, desesperada, los buscó sin descansar, pero no obtuvo resultados.

Al llegar la noche, la leona, sin fuerzas, se echó a dormir junto a la piedra. Si dice que en todas partes se escuchaban sus lamentos.

Para sorpresa de los lugareños, después de ese día nunca más se volvió a ver un solo puma. Todos se habían ido del cerro Yevide, y lo único que había quedado era la piedra.

En las noches de invierno, la gente del lugar suele escuchar el gemido de la leona, y dicen que es su alma, que aún reclama a sus hijos.
   

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